En Junín, la inquietud persiste debido a la preocupante reducción del nivel de agua en la Laguna de Gómez, una situación atribuida a la extensa sequía que ha afectado al país en los últimos años.

El jefe regional del INTA Junín había anticipado meses atrás que la normalidad podría no restablecerse hasta la primavera y verano de 2025. Imágenes han revelado un nuevo espigón que avanza sobre lo que antes era un escenario lacustre, generando asombro y evocando nostalgia por los tiempos en que la laguna estaba en su plenitud.

El ingeniero agrónomo Alejandro Signorelli, líder regional del INTA en Junín, ha explicado que la Cuenca del Salado, crucial para el caudal de la Laguna de Gómez, recibe precipitaciones mínimas, lo que complica la recuperación. Esta situación desespera a la comunidad local, que ve cómo disminuye uno de sus principales atractivos naturales, afectando también la floreciente industria del turismo pesquero en el Parque Natural Laguna de Gómez.

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