Con la proximidad del 10 de diciembre y las nuevas autoridades asumiendo su rol, se avizoran posibles ajustes en la administración del intendente Javier Martínez, generando intensas conjeturas sobre una reorganización estructural en su gabinete.
Dentro de los primeros datos filtrados, se contempla la fusión de subsecretarías con secretarías existentes, así como la absorción de ciertas direcciones para optimizar la eficiencia del gobierno municipal, según las informaciones disponibles.
Lo que llamaría la atención es el posible alejamiento de Lucas Marino Aguirre de las arcas municipales, artífice de la campaña política de Martínez desde sus inicios. Aunque no hay confirmación oficial, se insinúa que Aguirre habría expresado en reuniones su percepción de haber concluido su ciclo en la cartera de gobierno municipal, descartando la opción de renunciar antes del 10 de diciembre, pero sí moviéndose unos pasos al costado.
En su última gestión sin opción de reelección, Martínez planea diversos cambios, suscitando especulaciones sobre la configuración de la Secretaría de Seguridad. Aunque se espera que esta área podría mantenerse estable, se especula sobre ajustes en el área de tránsito y en otras dependencias bajo el Ejecutivo.
En este escenario, también se anticipa que el presupuesto municipal será motivo de controversia. Se espera un aumento considerable en las tasas municipales, generando una firme oposición que promete resistir estos posibles ajustes.
Aunque la información aún no ha sido oficialmente confirmada, el ambiente político local está expectante ante la posibilidad de cambios significativos en la administración municipal. Seguiremos atentos a cualquier desarrollo adicional que pueda surgir en este intrigante escenario político.