Durante más de dos décadas, la ciudad de Pergamino ha estado inmersa en la búsqueda constante de soluciones para la detención de personas en proceso penal. La gestión de Pergamino ante la provincia para la construcción de una alcaidía ha sido una lucha constante. Ante la incapacidad de avanzar en este proyecto, se optó por una medida paliativa: la remodelación de los calabozos existentes. Sin embargo, esta solución presenta desafíos, ya que no es el entorno adecuado ni cuenta con personal capacitado para la custodia prolongada de detenidos.

La superpoblación carcelaria en el Servicio Penitenciario Bonaerense complica aún más el traslado de detenidos desde Pergamino, un tema que las autoridades judiciales abordan con constante preocupación. En respuesta a esta situación, en los últimos meses se ha reactivado la gestión para la construcción de una alcaidía, subrayando la necesidad imperante de contar con un espacio adecuado para personas en proceso judicial en una ciudad con un Departamento Judicial activo.

La construcción se ve impedida debido a la carencia de infraestructura esencial, un factor clave en el diseño de una alcaidía. En su lugar, se busca un espacio accesible y próximo a una ruta, donde sea viable realizar obras indispensables, como una planta de tratamiento de efluentes exclusiva para el servicio carcelario, entre otras intervenciones.

El intendente Javier Martínez se refirió a la posibilidad de erigir una alcaidía en el Partido de Pergamino tras recibir informes del Departamento Judicial que excluyen a este distrito de los programas de expansión del sistema carcelario. En medio de un periodo especialmente complejo en materia de seguridad, el mandatario destacó la urgencia de que la Provincia resuelva las problemáticas desbordadas e incluso planteó la posibilidad de solicitar colaboración directa a los jefes comunales para abordar esta cuestión.

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