El 17 de este mes, el Centro Integral de Mujeres, coordinado por la Dirección de Asistencia a la Familia local, cumplimentó su décimo aniversario. Allí se aloja temporalmente a víctimas por razones de género y a sus hijos que atraviesan una situación de riesgo. Anualmente pasan en promedio 12 familias.

Hace 10 años, precisamente un 17 de julio, abría sus puertas en Pergamino el Centro Integral para Mujeres (CIM) «Antonia Rivadaneira», un espacio creado para albergar a mujeres víctimas de violencia por razones de género y a sus hijos que atraviesan una situación de riesgo.

El refugio se constituye como un ambiente único en la región ya que no todas las ciudades cuentan con este tipo de espacios, es sostenido con recursos municipales y su administración está a cargo de las profesionales de la Dirección de Asistencia a la Mujer y la Familia que realizan las admisiones, asisten, asesoran y acompañan a las mujeres que, por propia voluntad, ingresan para alejarse del riesgo que les implica estar expuesta ante el agresor.

Habiendo dado el paso de decidir vivir en el refugio por un tiempo, no más de tres meses que es el máximo permitido, la mujer comienza a transitar el camino del empoderamiento. En este proceso son muchas las personas que intervienen ya que el equipo interdisciplinario de la Dirección de la Mujer, orienta su trabajo a cada caso particular, tratando en todos los casos de cumplir con el objetivo de empoderar a esa mujer vulnerada para que definitivamente pueda salir del círculo de la violencia. En algunos casos los propósitos se cumplen y en otros no ya que es muy habitual la reincidencia por lo que las profesionales de la Dirección de la Mujer, con compromiso y una fuerte empatía, siempre están dispuestas a ayudar a quienes requieran ayuda.

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