La pandemia de Covid-19 generó consecuencias en casi todas las dimensiones de la vida y con el devenir de «la normalidad de la pospandemia» algunos impactos siguen expresándose con contundencia.

Es lo que parece estar ocurriendo con las coberturas de vacunación que, aunque en algunos países, comienzan a experimentar señales de mejora, no logran alcanzar los niveles de cobertura previos a la pandemia. Hace unos días la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a la Agencia de Naciones Unidas para la protección de la infancia (Unicef), emitió un informe en el que dio cuenta que «la cobertura de vacunación infantil no volvió a los valores previos a la emergencia sanitaria por Covid-19 y los índices de inmunización siguen estancados o descendiendo en 34 países».

De acuerdo a esta información de la OMS y Unicef, de los 73 países que registraron descensos significativos (5 puntos porcentuales o más) en las tasas de vacunación, 15 se han recuperado, 24 están en camino a lograrlo y 34 se han estancado o retrocedido en sus metas. Si bien en sí mismos de manera parcial algunos de estos datos pueden leerse como alentadores y sirven al objetivo de destacar la tarea que están llevando adelante algunos países para recuperar esquemas atrasados, también resultan un señalamiento en orden a la necesidad de persistir en la acción por cuanto, hasta que no se resuelvan esas brechas de desigualdad, el conjunto de la población pediátrica del mundo está en riesgo.

El informe rescata el esfuerzo, pero reconoce que estos promedios mundiales y regionales «ocultan graves y persistentes desigualdades».

«Cuando los países y las regiones se quedan atrás, los niños y las niñas son los que pagan las consecuencias», resalta el texto difundido por la OMS y Unicef.

Aunque en 2022 el número de niños que no recibieron una o más vacunas de rutina disminuyó en cuatro millones, 20,5 millones de niños no recibieron uno o más dosis de la vacuna contra la difteria, tétanos y tos ferina, que es la que utiliza la OMS como referencia para medir la tasa de inmunización global.

De esos menores, 14,3 millones no recibieron ninguna dosis en 2022, una cifra superior a los 12,9 millones de 2019 (antes de la Covid), pero menor a los 18,1 millones de niños con cero dosis en 2021, cuando el mundo todavía se encontraba en la etapa aguda de la pandemia.

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