Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, está a punto de asumir la presidencia con una ceremonia que combina elementos tradicionales y peculiaridades que caracterizan su estilo. A pesar de las obligaciones establecidas por la legislación, Milei imprimirá su propia marca en el evento, comenzando con la jura al mediodía del domingo ante la Asamblea Legislativa en el Congreso.
Contrario a la costumbre, Milei optará por pronunciar su discurso no ante los legisladores, sino en las escalinatas del edificio, frente a lo que espera sea una multitud de seguidores. Este enfoque refleja su conexión directa con la ciudadanía y su deseo de marcar un tono distinto en su gestión.
En cuanto a los detalles protocolares, el líder de la Libertad Avanza recibirá los atributos de mando en el mismo recinto legislativo. La organización del evento está en manos de Jorge Faurie, un experto en ceremonial que ha estado trabajando para asegurar que la jornada transcurra sin contratiempos.
Uno de los aspectos más destacados será el traspaso desde el Congreso hasta la Casa de Gobierno. Milei planea emular la tradición de presidentes anteriores, viajando en un auto descapotable a lo largo de la avenida de Mayo. Aunque se especuló sobre el uso del «Cadillac de Perón,» finalmente se optará por un Valiant 3 gris.
La presencia de líderes extranjeros, como el Rey de España y los presidentes de Chile, Paraguay, Uruguay, Ecuador y Hungría, así como invitados especiales como Jair Bolsonaro y Santiago Abascal, añade un toque internacional a la jornada. La ausencia de figuras como Lula da Silva y Donald Trump, junto con la posible participación del mandatario salvadoreño Nayib Bukele, completa el perfil de este evento presidencial que busca equilibrar lo tradicional con lo distintivo.
La jornada culminará con una «invocación religiosa» en la Catedral Metropolitana y la presentación de la ópera Madame Butterfly en el Teatro Colón, emulando las galas presidenciales de años anteriores. Así, la asunción de Javier Milei se perfiliza como un evento que fusiona la riqueza de la tradición con la impronta única del nuevo presidente.