El Gobierno ha decidido retrasar hasta junio la eliminación de los subsidios a las tarifas de gas y luz, una medida que inicialmente estaba programada para abril pero que ha sufrido varias postergaciones debido a dificultades en el cruce de información entre el RASE y los datos del Indec.
Esta demora responde a la necesidad de realizar un análisis detallado de cada hogar para determinar quiénes seguirán recibiendo asistencia en el pago de los servicios, considerando la implementación de la Canasta Básica Energética (CBE).
Aunque la prioridad del Gobierno de Javier Milei sigue siendo alcanzar el superávit fiscal, se reconoce que el aumento en las tarifas afectará a millones de argentinos y tendrá un impacto significativo en las cifras de inflación. Por lo tanto, esta medida también busca mitigar en parte las consecuencias del ajuste económico llevado a cabo por el Ejecutivo.