El martes, en la sesión que tendrá el Concejo Deliberante, quedará finalmente aprobada la nueva ordenanza de Gestión Integral de Residuos para la ciudad y el Partido de Pergamino.

Después de un proceso de debates, discusiones y enriquecimientos de esta propuesta presentada originalmente por el concejal radical de «Juntos por el Cambio», Diego Basanta, se contaría con la totalidad de los votos para aprobarla de manera unánime y de esta forma avanzar en la planificación.   

En lo que respecta a la iniciativa, surgió en 2020 con objetivos muy claros que tenían que ver con legislar en base a los nuevos desafíos y necesidades que impone una adecuada gestión de residuos en la actualidad; y la de unificar toda la normativa existente en una sola Ordenanza que de forma y contenga al Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, manteniendo la identidad del proyecto local pero enmarcándolo en objetivos generales e incorporando metas de cumplimiento estricto para llegar a minimizar el enterramiento de basura a partir de la recuperación, reciclaje y aprovechamiento de los mismos.

Esta nueva normativa busca no solo integrar el espíritu de aquellas primeras ordenanzas con las que contó Pergamino, y que fueron previas a la Ley provincial que hoy rige en la materia, sino sumar experiencias que ya están en marcha, clarificando y definiendo objetivos claros, metas que resulten mensurables y que puedan ser concretadas en el marco de un único plan sustentado sobre tres ejes fundamentales.

Principales puntos 

Uno de los objetivos se basa en lo social; «allí, con la generación de trabajo y empleo para un sector que hoy trabaja de manera informal, entendiendo que una gestión moderna en materia de recuperación, acondicionamiento y comercialización de materiales reciclables podría generar numerosos puestos de trabajo directo», señaló el concejal Basanta.

En lo que hace a lo ambiental, «apostando a minimizar el enterramiento de residuos en el relleno sanitario y maximizando la recuperación y el reciclaje, aportando así a disminuir la generación local de gases de efecto invernadero y en cumplimiento de los objetivos del desarrollo sostenible, al que todos los municipios deberían aportar», agregó el legislador local y agregó que en el plano económico creará valor a partir de un recurso que «hoy mayoritariamente se desaprovecha y que, además, genera altos costos en su enterramiento para el Municipio».

A pesar de los avances que hubo en materia de gestión integral en las últimas décadas, la adecuada manipulación de los residuos sólidos urbanos sigue siendo uno de los principales desafíos ambientales de las ciudades.

«Los rellenos sanitarios utilizados en centros urbanos, para la disposición de los residuos domiciliarios son grandes fuentes de generación de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente metano, un gas 21 veces más reactivo que el CO2 en relación al cambio climático y se convierten en el último eslabón de de un modelo de economía de consumo lineal», contó Diego Basanta.

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