Los panaderos industriales confirmaron lo que ya se venía pronosticando desde antes de las elecciones, un incremento en el precio del pan, y sugieren una suba de un 20% en los subproductos, como las tortillas, facturas o galletitas.
La decisión de aumentar los precios de los productos panificados se basa en la necesidad de los panaderos de hacer frente a la creciente inflación y a los aumentos constantes de los costos de producción.
La Cámara de Panaderos argumenta que esta actualización es urgente para mantener la viabilidad de sus negocios y garantizar la calidad de los productos ofrecidos a los consumidores.