La normativa reconoce al idioma que comunica con las manos como la lengua natural y originaria de las personas sordas y destaca la importancia de su preservación y difusión. En el marco de este hecho histórico, quienes integran la comunidad sorda local y referentes de Alas manifestaron su alegría y están expectantes de cómo impactará en la cotidianeidad.

Después de muchos años de lucha, finalmente en la primera sesión del año el Senado de la Nación aprobó y convirtió en ley un proyecto que reconoce a la Lengua de Señas Argentina (LSA) como lenguaje natural y originaria de la comunidad sorda y destaca la importancia de su preservación y difusión, como parte del patrimonio lingüístico y cultural.

Con esta normativa se reconoce a la Lengua de Señas como la lengua natural y originaria que conforma un legado histórico inmaterial de las personas sordas, lo que garantiza la participación plena y efectiva en la sociedad de ciudadanos con difultades auditivas y/o del habla así como también de aquellas que por cualquier motivo elijan comunicarse en dicha lengua.

La Lengua de Señas se transmite en la modalidad visoespacial y posee estructura gramatical compleja y distinta del castellano. La utilización de manos y gestos la caracteriza.

Al ser visual es accesible desde el punto de vista perceptual para que las personas sordas puedan comunicarse, transmitir sus deseos, intereses,, informarse, defender sus derechos y construir una identidad lingüística cultural positiva que les permita participar y trascender plenamente en todos los aspectos de la vida social.

La nueva ley establece que serán los organismos de legítima consulta sobre la LSA aquellas organizaciones constituidas íntegramente por personas sordas. También faculta al Estado a fomentar e impulsar el acceso y el uso de esta lengua que forma parte de la entidad lingüística de las personas sordas.

Parte de la comunidad sorda e integrantes de Alas celebraron la nueva normativa que impulsa el acceso y el uso de esta lengua.

La normativa reconoce al idioma que comunica con las manos como la lengua natural y originaria de las personas sordas y destaca la importancia de su preservación y difusión. En el marco de este hecho histórico, quienes integran la comunidad sorda local y referentes de Alas manifestaron su alegría y están expectantes de cómo impactará en la cotidianeidad.

Después de muchos años de lucha, finalmente en la primera sesión del año el Senado de la Nación aprobó y convirtió en ley un proyecto que reconoce a la Lengua de Señas Argentina (LSA) como lenguaje natural y originaria de la comunidad sorda y destaca la importancia de su preservación y difusión, como parte del patrimonio lingüístico y cultural.

Avance

Con esta normativa se reconoce a la Lengua de Señas como la lengua natural y originaria que conforma un legado histórico inmaterial de las personas sordas, lo que garantiza la participación plena y efectiva en la sociedad de ciudadanos con difultades auditivas y/o del habla así como también de aquellas que por cualquier motivo elijan comunicarse en dicha lengua.

La Lengua de Señas se transmite en la modalidad visoespacial y posee estructura gramatical compleja y distinta del castellano. La utilización de manos y gestos la caracteriza.

Al ser visual es accesible desde el punto de vista perceptual para que las personas sordas puedan comunicarse, transmitir sus deseos, intereses,, informarse, defender sus derechos y construir una identidad lingüística cultural positiva que les permita participar y trascender plenamente en todos los aspectos de la vida social.

La nueva ley establece que serán los organismos de legítima consulta sobre la LSA aquellas organizaciones constituidas íntegramente por personas sordas. También faculta al Estado a fomentar e impulsar el acceso y el uso de esta lengua que forma parte de la entidad lingüística de las personas sordas.

Beneplácito pergaminense

La comunidad sorda de Pergamino expresó su beneplácito ante la aprobación de esta normativa:

«Después de mucha lucha de la comunidad sorda se logró la aprobación de la Ley de Lengua de Señas. Fue allá por noviembre pasado cuando obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados y a hace unos días obtuvo la otra media sanción», manifestó Valeria Lavezzari, de Alas Pergamino, y aclaró que lo que se logra con esta ley es reconocer la Lengua de Señas como lengua natural de la comunidad sorda, «dándole un estatus lingüístico para que la comunidad pueda utilizarla como su propia lengua en diferentes ámbitos, como en las escuelas, en las oficinas públicas, etcétera». 

Sin ocultar su alegría, puso en contexto sus expectativas reales: «Ahora tenemos que ver cómo se aplica la teoría de la normativa a la cotidianeidad. Estamos en el principio pero muy lejos de una real accesibilidad. Nos falta mucho en todos los aspectos, fundamentalmente capacitación en las escuelas».

La comunicación, el principio

La ley como tal es el primer paso de un proceso de inclusión para la comunidad sorda. «Esta ley viene a dar el puntapié inicial para la inclusión de la comunidad sorda a la que se invisibiliza ya que la comunicación se constituye en una dificultad muy compleja para quienes integran la comunidad sorda», sostiene Lavezzari. 

Que los sordos no puedan comunicarse con su propia lengua genera aislamiento y múltiples dificultades. «El problema de los sordos, básicamente es comunicacional, a raíz de ellos se generan múltiples inconvenientes porque al no poder comunicarse, los sordos no pueden entender lo que la docente explica en la escuela por lo que se necesita de alguien que pueda hacer la traducción, también se dificulta en la vida social», explicó.

Cuando en los sordos no hay de base ni la lengua de señas ni la española bien establecidas, se torna muy dificultoso para ellos poder expresar lo que sienten, no saben cómo decirlo. «Es terrible, no saben cómo decir lo que les pasa para que uno los entienda. Por eso se sienten frustrados y varios atraviesan patologías psiquiátricas o cuadros de depresión ya que se angustian ante la imposibilidad de comunicarse», comentó la referente de Alas. 

Intérpretes

Con la ley adquieren un rol preponderante los intérpretes. «Esperemos que la comunidad sorda tenga acceso a los intérpretes en Lengua de Señas que son quienes traspasan el mensaje de una lengua a la otra para lo que se debe contar con competencias lingüísticas en ambas lenguas y conocer también cómo es la cultura de la comunidad sorda», informó la consultada. Es válido aclarar que la interpretación de Lengua de Señas es una carrera que dura entre tres y cuatro años. En Pergamino, en la sede Alas, se dicta un curso «para tratar de formar a las personas que asistan casi al mismo nivel que un intérprete. La idea es que la persona que haga el curso pueda ser casi un intérprete. No va a poder ejercer como tal porque no cuenta con el título pero sí la idea es que pueda ayudar a la persona sorda».

En Alas se esmeran para que los integrantes de la comunidad actúen ellos mismos como profesores de su propia lengua y que puedan trasladarla a los diferentes ámbitos.

Fuente La Opinión

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