En el día de hoy, se conmemoran tres años de la tragedia que sufrió Emiliano Sala, jugador argentino que en un vuelo camino a Inglaterra perdió la vida.

La avioneta que llevaba al argentino de 28 años de Nantes a Cardiff nunca llegó y un 21 de enero los sueños se acabaron para el delantero que tenía ambiciones de jugar en una de las ligas más importantes del mundo. Gracias a la exhausta investigación, en la que aportaron recursos el gobierno francés y la familia del jugador, la causa se resolvió y se decretaron culpables, aunque -lógicamente- a Emiliano todavía se lo llora.

Pasadas las horas, se supo que el piloto había solicitado un aterrizaje de emergencia en Guernsey, área donde desaparece del radar. Allí empieza la operación de búsqueda y rescate, en la que tras 17 días se revelan que se han encontrado restos del medio de transporte y del cuerpo de Sala, en lo profundo del canal.

Según la oficina británica de investigaciones de accidentes aéreos (AAIB), el conductor habría perdido el control de la aeronave ‘tras hacer una maniobra a una alta velocidad para sobrellevar el mal tiempo’. Además, el avión no estaba habilitado para operar comercialmente.

El organizador del vuelo, David Henderson, había decidido no pilotear ese viaje porque ‘no se sentía en condiciones por motivos personales’, por lo que contrató a David Ibbotson, quien -se presume- también falleció, pese a que nunca pudo encontrarse su cadáver. Pero Ibbotson no tenía licencia para pilotear un avión comercial ni era competente para volar con condiciones de mal tiempo o de noche, lo que Henderson sabía.

A quien finalmente, se lo declaró culpable por su negligencia, a lo que asumió que tuvo un interés financiero y fue condenado a 18 meses de prisión por un tribunal británico, en noviembre de 2021.

(FUENTE: DIARIO OLE)

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