Es un clásico: cada año de elecciones los argentinos y las argentinas reciben llamadas telefónicas, mensajes de WhatsApp y SMS de candidatos y candidatas en primera persona invitándonlos a darles su voto. Pero esta vía no solo canaliza propaganda política: también se los llama para participar de encuestas electorales.

¿Se puede evitar? Sí.

Una manera de hacerlo es el Registro No Llame, que reúne los números telefónicos de personas que voluntariamente se inscriben porque no quieren recibir información, ni publicidad, ni ofertas, ni servicios. Una vez que la persona suma su número al registro, quienes publiciten, oferten, vendan o regalen bienes o servicios tienen hasta 30 días para dejar de contactarse  ese número, ya sea por llamada, WhatsApp o SMS.

¿Por qué razón me llaman o me llegan estos mensajes?

Como explicó en esta nota Natalia Zuazo, investigadora asociada de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) y consultora en política y tecnología, “las personas somos titulares de nuestros datos personales y, por lo tanto, los cedemos a otros con consentimiento, de la misma manera que podemos pedir que nos saquen de una base de datos”. Así, estos mensajes y estas llamadas no deberían llegarle a una persona a menos que haya dado su consentimiento expresamos.

Los SMS de publicidad electoral suelen provenir de números telefónicos que no son los tradicionales, sino códigos (como 11011, 30777, 41411 y 30003) que envían empresas privadas que manejan bases de datos y son contratadas para contactarse con números de teléfono particulares.

Los datos personales en la Argentina están protegidos por la Constitución nacional, que en su artículo 43º establece que toda persona puede presentar una acción de amparo para saber qué datos suyos hay en bases públicas y/o privadas destinadas a proveer informes y enterarse de la finalidad de su almacenamiento; y la Ley 25.326, de Protección de los Datos Personales, que en su artículo 5º establece que “el tratamiento de datos personales es ilícito cuando el titular no hubiere prestado su consentimiento libre, expreso e informado”.

En año de elecciones también es común recibir llamadas telefónicas para responder encuestas. Sin embargo, a diferencia de la publicidad electoral, el Registro No Llame en este caso no puede impedirlo

“Si la llamada tiene el único propósito de realizar una encuesta de opinión, no se encuentra alcanzada por el Registro Nacional No Llame, salvo que directa o indirectamente se utilicen para publicitar, ofertar, vender y regalar bienes o servicios, en cuyo caso deberán cumplirlo”, dice la web de este registro oficial.

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