El Senado de la Nación convirtió en ley un proyecto para la creación del Programa Pubertad Precoz (PPP), para facilitar el acceso gratuito diagnóstico de esta enfermedad, la asistencia y la provisión de la medicación y generar protocolos de actuación.

De acuerdo al proyecto aprobado, la Pubertad Precoz es «es una condición que lleva a los niños a adquirir, en forma temprana, caracteres sexuales secundarios. La pubertad precoz central provoca problemas en la estatura, en el desarrollo de los huesos y en el de los dientes».

Esta condición se presenta antes de los 8 años para las niñas y de los 9 años para los niños. El primer cambio físico de la pubertad en las niñas es la aparición del crecimiento mamario o botón mamario (telarca); mientras que en los varones es el crecimiento de los testículos en un volumen mayor a 4 cc (aproximadamente mayor al de una aceituna). En algunos niños, estos cambios se ven acompañados de vello pubiano y/u olor sudoral. A su vez, en algunos casos se presenta en forma temprana un aumento de la velocidad de crecimiento junto a una maduración precoz de los cartílagos de crecimiento que “envejecen” antes de tiempo hasta que se cierra el crecimiento.

La pubertad precoz central (PPC) se manifiesta por la producción de gonadotrofinas, dos hormonas provenientes de la glándula hipófisis (una glándula que se encuentra en el medio de estructuras del cerebro) que estimulan a los ovarios o testículos para fabricar hormonas sexuales. Estos casos son 10 veces más frecuente en las niñas que en los niños.

«Estos cambios hormonales generan no sólo problemas físicos, sino que también influyen en el aspecto psicológico y en las relaciones sociales de las niñas y niños que padecen PPC (Pubertad Precoz Central). La maduración física temprana respecto del resto de sus pares genera en la mayoría de los casos sentimientos de angustia, vergüenza y timidez lo que conlleva, con mucha frecuencia, a un retraimiento que afecta la personalidad de los menores», expresa el proyecto.

Entre los puntos destacados de la iniciativa, señala que «estas niñas y niños pueden ser víctimas de prácticas de acoso físico, verbal o psicológico, de forma continuada, sufriendo un trato vejatorio y descalificador con el fin de desestabilizarlos psíquicamente (bullying)». En este sentido, la detección temprana de la PPC brinda la oportunidad de realizar un tratamiento que detenga el progreso del desarrollo sexual en edades tempranas.

«El tratamiento es seguro y efectivo, y consiste en la prescripción de medicamentos que detienen la secreción de hormonas sexuales para retrasar la pubertad. Estos medicamentos son muy costosos, inicialmente los efectores de salud sólo reconocían un 40% o 50% y en la mayoría directamente no los cubrían», añade la norma.

La sanción de esta ley se logró gracias al reclamo de los padres y asociaciones que trabajan sobre esta enfermedad. De esta manera, se incluirá el tratamiento para la PPC -con análogos de las gonadotrofinas- en el PMO (Programa Médico Obligatorio).

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