En un escandaloso acontecimiento en la ciudad de Tapalqué, una investigación sobre la supuesta falta de comunicación entre detenidos y sus defensores oficiales ha tomado un giro sorprendente. Los reclusos presentaron quejas ante la Justicia, que, al intentar aclarar la situación, se encontró con una situación inusual: la persona que respondió la llamada en la comisaría era uno de los detenidos.

El juez Juan José Suárez, a cargo del Juzgado de Garantías Nº 3 de Azul, había instruido a sus subordinados para ponerse en contacto con la comisaría y obtener más detalles sobre las alegaciones de los internos. Sin embargo, el 12 de octubre, la persona que respondió la llamada desde la Estación de Policía Comunal de Tapalqué resultó ser uno de los presos.

Este extraño incidente ha desencadenado una investigación penal debido a la sospecha de que podría haberse cometido un «delito de acción pública», según lo indicado en los documentos oficiales. Lo curioso es que el detenido que contestó la llamada está bajo la jurisdicción del mismo juzgado que busca esclarecer la veracidad de las denuncias.

En el marco de la tramitación de la causa, efectivos de la Policía Federal allanaron la Estación de Policía Comunal de Tapalqué.

Según la hipótesis de un fiscal, personas que permanecen privadas de la libertad en ese lugar “se encontrarían en claro estado de irregularidad, con libre acceso al teléfono de la dependencia y, eventualmente, con libertad ambulatoria”.

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