Corrió una carrera final en el auto fúnebre. El que manejaba en vida lo seguía de atrás en un remolque.

Las tradiciones funerarias cambian según las distintas culturas, regiones y religiones. No hay una manera correcta o incorrecta de despedir a los seres queridos y cada cual lo puede hacer como quiera, pero hay algunas fuera de lo “común” que llaman poderosamente la atención.

El funeral de un hombre amante de los autos y miembro de un club fierrero es uno de los más curiosos que hayamos visto en los últimos años: incluyó un viaje final por la pista de carreras del cuarto de milla (picódromo) para una última tirada y con su auto siguiéndolo.

El auto fúnebre encabeza la procesión hasta la pista, con el Plymouth Satellite de 1966 de Wheatcraft en un remolque detrás de una camioneta. Una vez que el vehículo está en posición de largada, se enciende la luz verde y tanto el cuerpo de Wheatcraft como su auto de carreras recorren el cuarto de milla por última vez.

Más tarde, el resto de los vehículos también corrió por la pista de carreras para rendirle homenaje a Wheatcraft y al deporte que amaba.

Quién era Leonard Wheatcraft Jr.

Leonard Wheatcraft Jr. era un mecánico de oficio que disfrutaba construyendo motores. Era dueño y operaba L&N automotriz en Jamestown, Ohio, y tenía más de 30 años de experiencia en preparaciones de autos de carreras.

Comenzando con las carreras callejeras, Wheatcraft probó suerte en múltiples disciplinas de deportes de motor, como carreras de tierra, cuatriciclos y buggies antes de encontrar su verdadera pasión en las carreras de resistencia.

Fuente TN

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