Después de más de una década de espera, los pumas abandonados en una jaula en medio de la plaza de Colón siguen aguardando su traslado a un santuario.

La situación se origina a partir del cierre de un zoológico local, que dejó a estos majestuosos animales abandonados y en completa negligencia.

Hace una década, luego de numerosas denuncias por parte de los vecinos, el zoológico fue finalmente cerrado debido a la exposición de animales en condiciones inhumanas.

A lo largo de los años, muchos animales fueron trasladados a otros lugares, pero tres pumas quedaron atrás, viviendo en un pequeño recinto oxidado en el centro de la nueva plaza de la ciudad. Los pumas, originalmente nueve en número, han sufrido una serie de tragedias a lo largo del tiempo muriendo uno tras otro mientras esperaban ser trasladados a un santuario adecuado.

La situación generó tal preocupación que un equipo de activistas se acercó al municipio de Colón hace un año, presentando una propuesta para trasladar a los animales al santuario de la fundación @tekovemymba, que cuenta con la capacidad y los recursos necesarios para su cuidado. Sin embargo, la respuesta de las autoridades locales ha sido hasta ahora una serie de excusas y falta de acción concreta.

Los pumas, una vez símbolos de orgullo para la ciudad, ahora se encuentran confinados en una prisión oxidada en medio de la plaza, a la vista de todos los residentes y visitantes. Los mismos responsables que lucraron durante años con la exhibición de estos animales parecen haber ignorado sus necesidades básicas y derechos.

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