Desde la ciudad de Roma, el presidente Javier Milei reafirmó su posición contundente en contra de la corrupción política y los acuerdos turbios. Enfatizó su rechazo a cualquier negociación que comprometiera sus objetivos de eliminar el déficit, estabilizar el Banco Central y liberalizar el mercado cambiario, priorizando la lucha contra la inflación y la inseguridad.
Milei criticó abiertamente a los gobernadores, especialmente a Martín Llaryora de Córdoba, instándolos a cesar el gasto en eventos innecesarios como conciertos y a abandonar la práctica de publicidad en medios para mejorar su imagen. Además, el mandatario hizo una denuncia pública sobre un intento de soborno por parte de un dirigente de la UCR, quien ofreció votos a cambio de cargos, revelando así la corrupción presente en las negociaciones del Congreso.
El presidente Milei subrayó el debate en torno a la ley «Bases» como una oportunidad para distinguir entre aquellos que buscan verdaderamente el cambio y aquellos que perpetúan la corrupción política. Su firme postura contra la corrupción y su enfoque en la transparencia ideológica se reflejan en su determinación por exponer a aquellos a quienes considera responsables del atraso del país, allanando así el camino hacia un futuro más prometedor.