La expectativa de una fuerte devaluación del dólar combinada con un ciclo en el que los precios serán libres y no habrá programa con topes máximos produjo en estos días una fuerte afluencia de público a hipermercados y grandes centros mayoristas, donde los argentinos tratan de abastecerse ante una posible estampida inflacionaria a partir del lunes.

Una de las medidas con las que terminó la semana, el aumento del 40% en los combustibles fue el preludio de las largas colas que se observaron desde la mañana en los centros de compra, donde la gente trató de proteger sus ingresos.

Además, en las últimas horas las grandes cadenas de supermercados recibieron de las empresas formadoras de precios, sobre todo de alimentos, litas con hasta el 40% de aumentos para el lunes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *