El Gobierno nacional define la inclusión de un capítulo de reforma laboral en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para avanzar con una fuerte desregulación de la economía y un paquete de leyes complementarias. Según lo confirmó el vocero Manuel Adorni, el decreto está a la firma y se conocerá en breve.

La intención del presidente Javier Milei, para los que ya apuró contactos con la CGT, es acelerar las cuestiones referidas al ámbito de las relaciones de trabajo, a través de la instauración de un conjunto de medidas en el marco de la “emergencia laboral” para darle, según cree, “previsibilidad” a la relación entre empresarios y sindicalistas y “favorecer la generación de empleo”.

La parte laboral del DNU incluirá, por ejemplo, la reducción de las multas laborales por trabajo no registrado o mal registrado con el fin de beneficiar a las pymes y favorecer la contratación de empleados. También estará la habilitación para crear un sistema indemnizatorio similar al Fondo de Cese Laboral de la Uocra, que será voluntario y deberá negociarse en los convenios colectivos

Mientras que habrá una extensión del período de prueba que podría llegar hasta 8 meses, se buscará reducir los aportes y contribuciones, como así también las indemnizaciones. La idea del proyecto que pasó por manos del secretario de Trabajo, Omar Yasín, y del ex presidente del Banco Central de Cambiemos, Federico Sturzenegger, es limitar los rubros que componen la base de cálculo de la indemnización, como el pago del teléfono celular, ticket canasta o vales alimentarios, y los bonos anuales.

Otros de los puntos en estudio es el de desindexar los intereses por indemnizaciones, para evitar que los intereses en las indemnizaciones por despido se actualicen por inflación. Asimismo, se evalúa modificar el aporte que hoy se establece en las convenciones colectivas de trabajo.

Sin embargo, el DNU no dice nada relacionado con modificar la Ley 23.511 de Asociaciones Sindicales, lo que limitaría los mandatos gremiales como podría ser evitar la reelección perpetua. Esto, en parte, lleva algo de tranquilidad a la CGT.

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