La ansiedad y la esperanza se apoderan de la comunidad futbolística de Douglas Haig ante la inminente decisión del Tribunal de Disciplina de la AFA sobre el descenso de Colón de Santa Fe. La postergación del fallo hasta el próximo martes ha sumido al club rojinegro en una incertidumbre que podría alterar su destino en la Primera Nacional. Las dos finales perdidas ante Gimnasia y Tiro y San Miguel aumentan la tensión en Douglas Haig, que aguarda con expectativas el veredicto. Si el fallo resulta positivo, el equipo se ilusiona con el anhelado ascenso a la segunda división del fútbol argentino.
El panorama en la Primera Nacional podría tornarse disparejo si se revoca el descenso de Colón. Con 37 equipos en esa categoría, la competencia se vería afectada. La reciente autorización de sociedades anónimas deportivas en Argentina, a raíz del decreto de Javier Milei, ha introducido nuevos elementos en la ecuación. El debate se extiende incluso a la Primera División, donde se plantea la posibilidad de que, de mantenerse Colón en la máxima categoría, el torneo quede con 29 equipos, abriendo la puerta a equipos como Arsenal de Sarandí y Deportivo Maipú de Mendoza, que descendieron por promedios.
Aunque en la dirigencia de Colón, encabezada por José Néstor Vignatti, persiste un optimismo cauteloso, los medios porteños sugieren que las posibilidades de que Colón permanezca en la Primera División son escasas. La solicitud de Colón para anular el descenso se basa en argumentos relacionados con la forma en que se llevó a cabo la modificación de los descensos por promedios y la falta de claridad en el reglamento. La comunidad futbolística, tanto en Douglas Haig como en otros clubes afectados, aguarda con ansias el desenlace de esta situación que podría reconfigurar el panorama del fútbol argentino en 2024.