Agustina, una joven vecina de la ciudad de Pergamino, vivió momentos angustiantes el pasado lunes por la tarde mientras acompañaba a una amiga en su lugar de trabajo. En una entrevista con Alfa Noticias, la muchacha relató con detalle cómo se desencadenó un episodio de salud donde perdió la conciencia por algunos minutos, revelando además la falta de asistencia médica adecuada en la localidad.

«El día lunes por la tarde fui a acompañar a una amiga a su lugar de trabajo, ella trabaja en una rotisería del centro. Yo solo fui como acompañante para ayudar en algunas tareas», comenzó Agustina. «El calor y la humedad de ese día eran insoportables. No había comido bien y alrededor de las siete de la tarde, mientras ayudaba a preparar la comida, comencé a sentir náuseas intensas», agregó.

La victima, describió cómo los síntomas empeoraron rápidamente: «Comencé a experimentar temblores, visión borrosa, mareos, dolor abdominal y una presión en el pecho impresionante. Pensé que estaba sufriendo un paro cardíaco o un ACV».

El dramático relato continuó con el desmayo de Agustina y la falta de ayuda inmediata: «Me desmayé durante unos minutos. Cuando recuperé el conocimiento, mis compañeras de trabajo me proporcionaron agua y un ventilador para refrescarme. Intentaron comunicarse con el hospital y Medicar para pedir una ambulancia, pero nos encontramos con un obstáculo increíble».

Con indignación, Agustina reveló: «Nos dijeron que, al no estar trabajando oficialmente en el lugar y carecer de obra social o seguro, debían dejarme tirada en la calle para que luego se pudiera solicitar la ambulancia. Es increíble pensar que me sugirieran algo así. Podría haber sido mucho peor, podría haber sido un ACV y nadie vino a ayudar».

La vecina de Pergamino expresó su profunda decepción con el sistema de salud local: «Es indignante la falta de control y auxilio. Llamaron a múltiples números sin obtener respuesta. La única indicación fue dejarme tirada en la calle. Es vergonzoso».

Este incidente, subraya la imperiosa necesidad de mejorar los servicios médicos y la atención de emergencia en la ciudad. Tanto Agustina como sus amigas, confiaban en la asistencia médica disponible en cualquier momento y lugar, sin embargo, se encontraron desprevenidas ante esta situación. Aún están en busca de respuestas sobre el por qué del protocolo establecido en tales circunstancias.

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