A pocos días de las elecciones presidenciales, la empresa Coca Cola les notificó a los comercios de todo el país que el día después de los comicios, es decir el próximo lunes 23 de octubre, subirá un 35% los precios de todos sus productos.
Esta decisión, en vez de contribuir a la intención del gobierno -y al deseo de la población en general- de que la inflación baje, tiende a potenciarla o retro alimentarla.
Esto sorprendió y generó malestar en el gobierno, en especial en la Secretaría de Comercio que encabeza Matías Tombolini.