El consumo de carne vacuna en Argentina cayó un 17,5% en el primer cuatrimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2023, marcando el peor registro en los últimos 30 años, según informó la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). 

El informe de CICCRA detalla que el «consumo aparente de carne vacuna totalizó 663,4 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h)» entre enero y abril, una disminución de 141,1 toneladas en comparación con los primeros cuatro meses del año pasado. Además, el consumo aparente por habitante se redujo a 42,4 kilos anuales, lo que representa una caída del 18,5% respecto al mismo periodo en 2023.

Esta tendencia de descenso en el consumo de carne vacuna continúa una caída histórica, siendo el registro más bajo en tres décadas.

En términos de precios, el informe señala que, en el contexto de alta inflación, el costo promedio de las carnes y sus derivados subió un 4,9% en abril. Específicamente, los cortes vacunos relevados por el INDEC aumentaron un 4,7% en relación a marzo, mientras que el precio del pollo subió un 8,2% en el mismo mes. En la comparación interanual, los cortes vacunos experimentaron un incremento del 284,3%, con un máximo del 304,8% para la carne picada común y un mínimo del 265,7% para el asado. Estos aumentos estuvieron por debajo del alza en el precio de la hacienda en pie (+321,8% anual) y de la evolución del nivel general de precios al consumidor (+292,2%).

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