Desde este mes, se sabe, con la quita de los subsidios en las tarifas de luz y gas domiciliarios a los sectores bajos y medios, las próximas boletas de ambos servicios llegarán “recargadas”. 

Por la evolución de la inflación y el aumento de la Canasta Básica Total (CBT), se reformularon los topes de ingresos familiares que se tendrán en cuenta para obtener la subvención estatal: en la Provincia de Buenos Aires, quienes perciben hasta 2.979.728,50 pesos tienen todavía la posibilidad de solicitar la bonificación estatal.

Los topes de ingresos se recalcularon a partir del aumento de la canasta básica de mayo, que el Indec estimó en 851.351 pesos. Ese indicador se utiliza para definir el umbral de pobreza y se incluyen en el parámetro los hogares de cuatro integrantes. De acuerdo con las normativas vigentes, para la segmentación de los usuarios residentes se estableció que las familias cuya entrada no supere 3,5 veces el valor de ese parámetro pueden solicitar las subvenciones a través del Registro de Acceso a los Subsidios de Energía (RASE).

Los usuarios se dividen en tres categorías residenciales de acuerdo con sus niveles de ingresos y según el esquema de segmentación vigente desde 2022. Aquellos considerados de “altos ingresos” (N1) pagan más cara la energía, tanto el servicio eléctrico como el suministro de gas; los de “bajos ingresos” (N2) y los de “ingresos medios” (N3) tienen bonificaciones en sus tarifas pero con un tope de consumo.

Según los últimos datos oficiales, los usuarios N1 son 5,3 millones, los N2 son 8 millones y los N3 son 2,7 millones.

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