Lorena Martínez, en un acto de desesperación y protesta, decidió encadenarse frente a la casa de quienes le deben dinero en la ciudad bonaerense de Coronel Pringles.

La mujer pasó varias horas en la avenida 25 de Mayo al 600 antes de trasladarse a una vivienda en la calle 57 bis, donde residen los presuntos deudores. «Me dijeron que no podían venir a verme porque no tenían vehículo, así que decidí venir a su casa. No salen, no dan la cara, así que me voy a quedar acá encadenada», explicó Martínez.

Los deudores lograron ganarse su confianza utilizando el nombre de Dios y mostrando habilidades persuasivas. «La culpa es mía por haberles creído. Parecían muy convincentes y venían recomendados por alguien que conocía», comentó.

Actualmente, los abogados de Martínez están trabajando en el caso, pero ella ha decidido mantenerse en su posición hasta obtener una respuesta: «Voy a quedarme aquí al menos hasta el lunes, hasta que me paguen. Estoy dispuesta a quedarme aquí por mi hija y no permitir que se salgan con la suya».

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