Entre Correo Urbano, que absorbe alrededor del 90 por ciento de la logística, y Correo Argentino que hace el resto, hay un incesante movimiento del servicio a domicilio por compras realizadas de modo virtual. Es una modalidad que se potenció en pandemia y que no para de crecer. Los rubros más elegidos son electrónica, electrodomésticos e indumentaria.

Las ventas por Internet, o digitales, o no presenciales son una realidad que dio un paso gigante en pandemia y que no tiene vistos de retroceso. Por el contrario, se ha instalado como modalidad de compra que supera la necesidad (como lo fue en el tiempo de confinamiento por la pandemia o para acceder a productos que no se ofrecen en la ciudad), para convertirse incluso en la opción preferente a la hora de realizar una transacción.  

En efecto son cada vez más las transacciones que se realizan de modo virtual, con un mecanismo muy aceitado para la elección del producto, la operatoria de pago y la logística de entrega. También la aparición del «botón de arrepentimiento» y opciones de devolución en algunos casos han propiciado este viraje. De hecho hay personas, principalmente jóvenes pero también mayores que se «engancharon» a la modalidad, que ya casi ni consideran visitar un comercio convencional a la hora de comprar determinado tipo de producto, en especial electrónica, electrodomésticos e indumentaria.

En una encuesta realizada a fines de 2021 por la consultora Kantar para el reporte anual de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (Cace), el 77 por ciento de las empresas consultadas festejaban el aumento del 20 por ciento en las órdenes de compra versus 2020 y auguraban un 2022 en alza. Y, aunque con algunos cambios debido al retorno a la vida normal, el crecimiento se consolida, con mejoras -por ejemplo en la cuestión logística- pero también con desafíos por delante.

Quedó demostrado con el último evento Hot Sale, que significó un aumento en cantidad de visitas del 15 por ciento respecto del año anterior (ascendió a 3,6 millones de consultas), además del crecimiento en ventas. Durante las 72 horas en las que se extendió el evento, se concretaron ventas de productos y servicios por un total de 42.167 millones de pesos, que representa un crecimiento de 69 por ciento en facturación en comparación con el mismo evento de 2021. En cuanto a las órdenes de compra, se concretaron 4,1 millones, equivalente a un crecimiento del 10 por ciento.

Los problemas con los envíos que había tres años atrás, e incluso durante la pandemia, mejoraron notoriamente y hoy cuatro de cada 10 residentes de Amba reciben sus compras online en menos de 24 horas, mientras que ocho de cada 10 compradores del interior cuentan con sus productos en la semana.

En el caso de Pergamino las compras llegan en general dentro de las 48 ó 72 horas. La plataforma por la que mayores operaciones se realizan es Marcado Libre y esta empresa confía casi toda la logística de entrega a Correo Urbano. Según pudo saber LA OPINION, los lunes, martes y miércoles -días en los que se entregan los productos adquiridos de manera virtual durante el fin de semana- se concretan en promedio alrededor de 3.200 despachos a los domicilios de los clientes, para lo cual la firma cuenta con unos 45 choferes. Correo Urbano absorbe casi el 90 por ciento de las entregas de compras realizadas en Mercado Libre. El resto las hace Correo Argentino. Es decir que en los días de mayor movimiento se entregan unos 3.500 paquetes solamente de Mercado Libre en Pergamino. En menor escala llegan compras realizadas a través de otras plataformas.

La compra online no solo se volvió atractiva a partir de la «nueva normalidad», la vuelta a clases y el retorno a los ámbitos laborales o a formatos híbridos, ya que permite ahorrar tiempo y comprar en cualquier momento desde un dispositivo, sino también por la mayor variedad de productos, la información accesible y la mejor financiación que ofrece la venta electrónica. La inflación es hoy otro factor que hace que los consumidores puedan comparar mejor y más rápido los precios mediante el comercio electrónico que en tiendas físicas, que obliga a encarar un amplio recorrido en la calle.

Desde Mercado Libre coincidieron en destacar que la pandemia aceleró la digitalización entre tres y cinco años y se mostraron convencidos de que «la pandemia fue un cambio de paradigma en muchos sentidos, pero todo ese potencial que se manifestó en el desarrollo de las Pymes a través del comercio electrónico continúa creciendo en 2022?.

Según los números de la empresa, en 2020 unas 175.000 empresas se sumaron al marketplace a nivel regional, y Mercado Libre fue la principal fuente de ingresos de más de 1 millón de familias en la región. Además, el 84 por ciento de las Pymes de Latinoamérica logró expandirse por fuera de sus ciudades gracias al comercio electrónico, sumando nuevos clientes y aumentando el nivel de ventas. Es decir que las ventas digitales también redundan en beneficio para el comercio tradicional, que puede hacer crecer exponencial e ilimitadamente su clientela que antes se circunscribía necesariamente a la localidad de pertenencia y algo de la región.

Sigue en crecimiento

En 2021, el e-commerce continuó creciendo y cerró el año con 9 millones de vendedores y 67 millones de compradores activos. Se registraron 32 compras y 507 visitas por segundo. A su vez, el primer trimestre de 2022 terminó con 11 millones de vendedores y 69 millones de compradores activos en la plataforma, y se registraron 34 compras por segundo y 2,8 millones de productos enviados por día. En total, se vendieron 266,7 millones de artículos, lo que representa un crecimiento del 20,1 por ciento.

En el caso de la Argentina, son 85.000 Pymes las que venden a través de la plataforma -representan el 10 por ciento del total de pequeñas empresas minoristas del país- y 263.000 familias tienen a Mercado Libre como principal fuente de ingresos, según la empresa. Se venden en el país 13 millones de productos mensuales. En el caso del Hot Sale, las categorías de mayor crecimiento respecto del evento de 2021, son Belleza y Cuidado Personal (24%); Deportes y Fitness (25%) y Autopartes (31%). En cuanto a los productos más elegidos por los usuarios, aparecen: celulares y smartphones, televisores, notebooks, zapatillas y productos de belleza.

La cuestión del precio

Si la compra digital se hace por comodidad o por precio es un tema de debate frecuente. No faltan los que dicen «lo compré on line porque me salía más barato», soslayando la idea de que la diferencia de precio es caprichosa o incluso adjudicando al comercio tradicional el querer ganar más. Pero la realidad es otra y se relaciona directamente con las reglas de oro de la economía, como los costos operativos, el volumen, la oferta y la demanda. No es lo mismo vender desde un gran galpón a todo el país y por correo, que a la desde un comercio minorista en una ciudad. Naturalmente, sostener un local a la calle, bien ubicado, con ambiente climatizado, con empleados y todos los requisitos legales al día, conlleva costos que son trasladados al precio del producto y que los clientes debieran considerar y recordar a la hora de analizar el número que ven en la etiqueta. Poder ver, tocar, probar y ser atendido por una persona que nos explique, ayude y saque dudas, y todo esto a pocas cuadras de casa, es un valor agregado que no debe olvidarse. Tampoco el hecho de que al comprar «local» generamos riqueza para la ciudad, sosteniendo y generando empleo.

Huelga aclararlo, pero en la actividad comercial no hay «héroes y villanos», «ladrones y benevolentes» según el precio del producto. Lo que hay es una diferente estructura de costos, a veces imperceptible para el cliente.  

Fuente La Opinión

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