En un emotivo encuentro, conversamos con Vitto Benvenutto, el talentoso jugador de pádel de tan solo 10 años, y su padre, Angelo, quien fue jugador de primera categoría en los años noventa. La pasión por el pádel no solo los ha unido como familia, sino que también ha impulsado a Vitto a destacarse en competencias nacionales e internacionales a su corta edad.

Desde Pergamino, el padre de Vitto nos cuenta cómo heredó el amor por el pádel y cómo, a pesar de su juventud, se enfrenta a rivales adultos en el circuito: «Vino una pareja de afuera que el revés media un metro noventa y pico, pesaba 110kg y vos lo ves que va a jugar cruzado con Vitto, te da cierto temor pero después pasan los minutos de juego y ves que que él lo va soportando y después que le empieza a hacer puntos y jugar a la par de él. Son experiencias que va adquiriendo y le sirven para después cuando juega en su categoría a nivel nacional en la sub-12 estar más tranquilos».

Por su parte, Angelo comparte el orgullo y la satisfacción que siente al ver a su hijo seguir sus pasos y sobresalir en este deporte que tanto les apasiona: «A mí me gustan todos los deportes y bueno, en los noventa hice el pádel llegué a jugar en primera esos dos o tres años que hubo de pádel, los los viví con mucha alegría y haciendo el deporte bien, así que hoy mi hijo haga un deporte que a mí me gusta es muy satisfactorio y aparte bueno poder acompañarlo».

Vitto nos comento que estuvo en una competencia internacional junto a su compañero de juego:»Jugué en Mar del Plata con Ciro filippini y salimos campeones de ese torneo, así que ahora nos ascendieron a la sub-12 A. El ascender es jugar con chicos que juegan mejor, son más fuertes. Con Ciro ya jugamos varios partidos, así que nos entendemos muy bien».

Con la mirada puesta en el futuro, Vitto Benvenutto sigue entrenando y compitiendo con la misma pasión y determinación que lo ha llevado a destacarse a tan corta edad.

El apoyo incondicional de los familiares, entrenadores y sus compañeros no solo ha sido fundamental para su desarrollo como jugador, sino que también ha reforzado los lazos a través del amor compartido por el pádel. Sin duda, Vitto tiene un camino brillante por delante, y su historia es un testimonio inspirador de cómo el esfuerzo, la dedicación y la pasión pueden convertir los sueños en realidad.

Por

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *