Tomás Arena, el niño de 10 años, dejó un profundo legado para sus padres, Maximiliano Arena e Indira Colfer, y su hermano. Su vida, a pesar de los desafíos, fue un testimonio de alegría y valentía.

Desde muy joven, Tomás enfrentó una enfermedad oncológica que requirió múltiples intervenciones médicas, incluyendo una compleja cirugía de rotoplastica, la primera de su tipo en Argentina. A pesar de su estado, Tomy nunca perdió su pasión por la vida, se aferraba a sus momentos con amigos, la bicicleta BMX, y disfrutaba al máximo cada instante.

Los padres recuerdan cómo, a pesar de las dificultades, Tomás se mantuvo positivo y entusiasta, con una fuerza de voluntad inquebrantable.A lo largo de sus tratamientos, el niño demostró una resiliencia extraordinaria.

Su padre, Maximiliano, reflexionó sobre cómo Tomás no luchó contra su enfermedad, sino que usó su fortaleza interior para enfrentar cada obstáculo, enseñando a todos a superar las dificultades con valentía.Indira, su madre, recuerdo los momentos felices del niño, destacando su capacidad para disfrutar de la vida con alegría.

A pesar de las complicaciones finales de su neumonía, Tomás dejó un mensaje claro a su familia: recordarlo en sus mejores momentos y no dejarse vencer por la tristeza.

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