Pablo Quevedo, coordinador de la nueva Brigada Educativa, compartió la forma en que se aborda la educación en los barrios más necesitados. Consciente de las dificultades que enfrentan muchas familias para apoyar a sus hijos en su aprendizaje, Quevedo y su equipo están lanzando una iniciativa que busca no solo reforzar el aprendizaje en materias clave, sino también fortalecer el tejido social.
La Brigada Educativa nace como una respuesta integral a las necesidades de los estudiantes que enfrentan desafíos en matemáticas, lengua, ciencias sociales y naturales: «Hoy las familias están más preocupadas por lo principal, que es tratar de llevar los platos de comida a la casa al mediodía y a la noche y bueno, se complica con los horarios y la situación, a veces pasa desapercibida alguna tarea o algún trabajito práctico de los pibes y eso hace que que por ahí queden detrás de lo que es el montón de los pibes».
«Nosotros un viernes o un sábado, no sé qué día elegirá el equipo, iremos casa por casa y avisaremos de que se trata la brigada educativa, que es para poder abrazar y darle un poquitito más de forma a las materias que no están entendiendo, compartiendo anteriormente por ahí. Para ir generando un poquitito de comunidad, que los pibes se sientan cómodos» agregó Pablo.
El proyecto, que comenzará a mediados de agosto, contará con la participación de psicopedagogos, docentes y estudiantes de terciarios capacitados, quienes ofrecerán apoyo personalizado a los alumnos. Además de las clases de refuerzo, la brigada planea organizar actividades comunitarias, como meriendas, para fomentar la integración y el apoyo mutuo entre vecinos: «Las brigadas educativas están básicamente armadas para abrazar y para aquellos que tengan ganas de abrazar y con tiempo lo vengan a hacer».
La Brigada se propone ser un faro de esperanza y apoyo para aquellos que más lo necesitan, tejiendo nuevos lazos sociales y ofreciendo una oportunidad para que cada estudiante pueda brillar.