El Gobierno ha decidido congelar nuevamente las subas previstas para junio en las tarifas de luz y gas. Esta medida busca evitar un impacto mayor en la inflación. A partir del próximo mes, se comenzará a reducir los subsidios a los usuarios de ingresos medios y bajos, quienes actualmente pagan menos del 5% del costo total de la energía. 

Las distribuidoras y transportistas, como Edenor, Edesur, Metrogas, Naturgy, Camuzzi, TGS y TGN, han expresado su descontento por la decisión de postergar nuevamente sus incrementos, medida que ya había sido tomada por el ministro de Economía, Luis Caputo, para mayo. Además, se está trabajando en un cambio en el sistema de actualización mensual que había sido definido en las últimas audiencias públicas, utilizando las expectativas de inflación futura publicadas por el BCRA.

Los ingresos no percibidos por las empresas en mayo y junio serían reconocidos por el Estado el próximo año. En el primer cuatrimestre, los aumentos en la luz y el gas fueron de un 500% promedio, para recomponer los ingresos de las empresas después del congelamiento aplicado por el gobierno anterior.

La medida no afectará a los usuarios de ingresos bajos (N2) y medios (N3), quienes seguirán pagando una fracción mínima del costo de la energía, cubierto en su mayoría por el Estado a través de Cammesa. Los usuarios de ingresos altos (N1), comercios e industrias, seguirán pagando el costo pleno de la electricidad y el gas natural.

El Decreto 465/2024 habilita a la Secretaría de Energía, dirigida por Eduardo Rodríguez Chirillo, a aumentar el precio de la energía para los usuarios N2 y N3 en un esquema de transición entre junio y noviembre, con posibilidad de extensión por seis meses. Sin embargo, no se han dado detalles precisos sobre cómo afectará esto a las boletas de los usuarios.

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